Arqueó la ceja al mirar al pequeño Santa en la punta del árbol, y pensó -eso lo explica todo, no es que hayas escuchado mis peticiones, ha sido el temblor que te ha estremecido, ¡vaya con la dichosa campañita!- desilusionada se sentó a la mesa, fijó la vista casi sin mirar y entonces descubrió, las dos pilas triple ‘A’ que debería haber colocado dentro de la espalda de aquel Papa Noel, en ese momento se escuchó una carcajada lejana y festiva por todo el barrio… “Ho ho ho, ¡Feliz Navidad!”
viernes, 24 de diciembre de 2010
Cuento de Navidad
Se arrodilló ante el arbolito de navidad, y pidió con tanta fuerza y convicción que los adornos comenzaron a vibrar, sorprendida e incrédula cerro los ojos y continuó sus ruegos, solo que ahora pidió además “una señal”, quería estar segura que su petición había sido escuchada… entonces el pequeño Santa que había colocado en la punta del pino navideño, comenzó a mover su brazo arriba y abajo y la pequeña campana rompió el silencio del salón, pasó un breve espacio en el que solo podía escuchar su propia respiración, y de nuevo la campanita comenzó a sonar; a lo lejos la sirena de los bomberos, la llevaron a preguntarse -¿Qué habrá sucedido?-, ella encendió el televisor y el telediario confirmaba un sismo; y la amenaza de alguna fuga de gas no muy lejos de su casa, algo molesta apagó la TV.
Arqueó la ceja al mirar al pequeño Santa en la punta del árbol, y pensó -eso lo explica todo, no es que hayas escuchado mis peticiones, ha sido el temblor que te ha estremecido, ¡vaya con la dichosa campañita!- desilusionada se sentó a la mesa, fijó la vista casi sin mirar y entonces descubrió, las dos pilas triple ‘A’ que debería haber colocado dentro de la espalda de aquel Papa Noel, en ese momento se escuchó una carcajada lejana y festiva por todo el barrio… “Ho ho ho, ¡Feliz Navidad!”
Arqueó la ceja al mirar al pequeño Santa en la punta del árbol, y pensó -eso lo explica todo, no es que hayas escuchado mis peticiones, ha sido el temblor que te ha estremecido, ¡vaya con la dichosa campañita!- desilusionada se sentó a la mesa, fijó la vista casi sin mirar y entonces descubrió, las dos pilas triple ‘A’ que debería haber colocado dentro de la espalda de aquel Papa Noel, en ese momento se escuchó una carcajada lejana y festiva por todo el barrio… “Ho ho ho, ¡Feliz Navidad!”
Ro
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Con el 2011 en el bolsillo y recién llegado, te deseo que te encuentres en éste año con la felicidad, el amor y la sonrisa en cada instante.
ResponderEliminarUn abraciño
Rosa María: Preciosos deseos para este nuevo año, sean también para ti y alimenten tu alma de poeta.
ResponderEliminarAbrazo fraterno
Ro